Presidenta de la LXI Asamblea General de las
Naciones Unidas, Sheika Haya
Rashed Al-Khalifa En nombre de la Asamblea General
tengo el honor de dar la
bienvenida a las Naciones Unidas a Su Excelencia el
señor Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
e invitarle a dirigirse
a la Asamblea.
Asistentes [aplausos].
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
Hugo Chávez Señora
Presidenta, excelencias, jefes de Estado, jefes de
Gobierno y altos
representantes de los Gobiernos del mundo: muy
buenos días a todos y a
todas. En primer lugar quiero invitarles con mucho
respeto a quienes no
hayan podido leer este libro, a que lo leamos; Noam
Chomsky, uno de los más
prestigiosos intelectuales de esta América y del
mundo, Chomsky, uno de sus
más recientes trabajos: Hegemonía o supervivencia,
hegemonía o
supervivencia, La estrategia imperialista de Estados
Unidos. Excelente
trabajo para entender lo que ha pasado en el mundo
en el siglo XX, lo que
hoy está pasando, y la más grande amenaza que se
cierne sobre nuestro
planeta: la pretensión hegemónica del imperialismo
norteamericano pone en
riesgo la supervivencia misma de la especie humana.
Seguimos alertando sobre ese peligro y haciendo un
llamado al propio pueblo
de los Estados Unidos y al mundo para detener esta
amenaza que es como la
propia espada de Damocles. Yo pensaba leer algún
capítulo, pero, por
respetar el tiempo, más bien lo dejo como una
recomendación. Se lee rápido.
Es muy bueno, señora Presidenta. Seguramente usted
lo conoce. Está publicado
en inglés, en alemán, en ruso, en árabe, seguramente
Asistentes [aplausos].
Presidente Chávez Miren, yo creo que los primeros
ciudadanos que deberían
leer este libro son los ciudadanos hermanos y
hermanas de los Estados
Unidos, porque la amenaza la tienen en su propia
casa; el diablo está en
casa, pues. El diablo, el propio diablo está en
casa. Ayer vino el diablo
aquí.
Asistentes [aplausos].
Presidente Chávez Ayer estuvo el diablo aquí, en
este mismo lugar. ¡Huele a
azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar!
Ayer, señoras, señores,
desde esta misma tribuna el señor Presidente de los
Estados Unidos, a quien
yo llamo "el diablo", vino aquí hablando como dueño
del mundo, como dueño
del mundo. Un psiquiatra no estaría demás para
analizar el discurso de ayer
del Presidente de los Estados Unidos. Como vocero
del imperialismo vino a
dar sus recetas para tratar de mantener el actual
esquema de dominación, de
explotación y de saqueo a los pueblos del mundo.
Para una película de Alfred
Hitchcock estaría buena; incluso yo propondría un
título: "La receta del
diablo".
Es decir, el imperialismo norteamericano —y aquí lo
dice Chomsky con una
claridad meridiana y profunda— está haciendo
desesperados esfuerzos por
consolidar su sistema hegemónico de dominación.
Nosotros no podemos permitir
que eso ocurra, no podemos permitir que se instale
la dictadura mundial; que
se consolide, pues, que se consolide la dictadura
mundial.
El discurso del Presidente-tirano mundial, lleno de
cinismo, lleno de
hipocresía, es la hipocresía imperial, el intento de
controlar todo. Ellos
quieren imponernos el modelo democrático como lo
conciben: la falsa
democracia de las élites. Y además un modelo
democrático muy original:
¡impuesto a bombazos, a bombardeos y a punta de
invasiones y de cañonazos!
¡Vaya qué democracia! Habría que revisar las tesis
de Aristóteles, ¿no? Y de los primeros que hablaron por allá en Grecia, de la
democracia, a ver qué
modelo de democracia es ése, el que se impone a
punta de marines, de invasiones, de agresiones y de bombas.
Dice el Presidente de los Estados Unidos ayer, en
esta misma sala, lo
siguiente: "Hacia dondequiera que usted mira, oye a
extremistas que le dicen
que puede escapar de la miseria y recuperar su
dignidad a través de la
violencia, el terror y el martirio". ¡Dondequiera
que él mira ve a
extremistas! Yo estoy seguro de que te ve a ti,
hermano, con ese color, y
cree que eres un extremista. Con este color, Evo
Morales —que vino ayer, el
digno presidente de Bolivia— es un extremista. Por
todos lados ven
extremistas los imperialistas.
No, no es que somos extremistas; lo que pasa es que
el mundo está
despertando y por todos lados insurgimos los
pueblos.
Yo tengo la impresión, señor dictador imperialista,
de que usted va a vivir
el resto de sus días con una pesadilla, porque por
dondequiera que vea,
vamos a surgir nosotros, los que insurgimos contra
el imperialismo
norteamericano, los que clamamos por la libertad
plena del mundo, por la
igualdad de los pueblos, por el respeto a la
soberanía de las naciones.
Sí, nos llaman extremistas, insurgimos contra el
imperio, insurgimos contra
el modelo de dominación.
Luego, el señor Presidente vino a hablarles, así lo
dijo: "Hoy quiero
hablarles directamente a las poblaciones del Oriente
Medio, mi país desea la
paz...". Esto es cierto. Si nosotros nos vamos por
las calles del Bronx, si
nosotros nos vamos por las calles de Nueva York, de
Washington, de San
Diego, de California, de cualquier ciudad, de San
Antonio, de San Francisco
y le preguntamos a la gente en las calles, a los
ciudadanos estadounidenses,
este país quiere la paz. La diferencia está en que
el Gobierno de este país,
de Estados Unidos, no quiere la paz, quiere
imponernos su modelo de
explotación y de saqueo, y su hegemonía a punta de
guerras. Ésa es la
pequeña diferencia, quiere la paz, ¿y qué está
pasando en Irak?, ¿y qué ha
pasado en el Líbano y en Palestina?, ¿y qué ha
pasado en 100 años, pues, en
América Latina y en el mundo? Y ahora las amenazas
contra Venezuela, nuevas
amenazas contra Venezuela, nuevas amenazas contra
Irán… Le habló al pueblo
del Líbano: "Muchos de ustedes han visto cómo sus
hogares y sus comunidades
quedaron atrapadas en el fuego cruzado". ¡Vaya qué
cinismo!, ¡vaya qué
capacidad para mentir descaradamente ante el mundo!
Las bombas en Beirut,
lanzadas con precisión milimétrica, ¿son fuego
cruzado? Creo que el
Presidente está pensando en las películas del Oeste,
cuando se disparaba
desde la cintura y alguien quedaba atravesado en el
fuego cruzado. ¡Fuego
imperialista, fuego fascista, fuego asesino y fuego
genocida, el del imperio
y el de Israel contra el pueblo inocente de
Palestina y el pueblo del
Líbano! ¡Ésa es la verdad!, ahora dicen que sufren,
que "estamos sufriendo
porque vemos sus hogares destruidos".
En fin, el Presidente de los Estados Unidos vino a
hablarles a los pueblos,
vino a decir, además —yo traje, señora Presidenta,
unos documentos, porque
estuve esta madrugada viendo algunos discursos y
actualizando mis palabras—,
le habló al pueblo de Afganistán, al pueblo del
Líbano: "Al pueblo de Irán
le digo…, al pueblo del Líbano le digo…, al pueblo
de Afganistán le digo…".
Bueno, uno se pregunta: así como el Presidente de
los Estados Unidos le dice
"le digo…" a esos pueblos, ¿qué le dirían esos
pueblos a él, si esos pueblos
pudieran hablar?, ¿qué le dirían? Yo se los voy a
recoger porque conozco a
la mayor parte del alma de esos pueblos, los pueblos
del Sur, los pueblos
atropellados. Dirían: "Imperio yanqui go home", ése
sería el grito que
brotaría por todas partes si los pueblos del mundo
pudieran hablarle a una
sola voz al imperio de los Estados Unidos.
Por eso, señora Presidenta, colegas, amigas y
amigos, nosotros el año pasado
vinimos aquí a este mismo salón, como todos los años
en los últimos ocho, y
decíamos algo que hoy está confirmado plenamente y
yo creo que aquí casi
nadie en esta sala pudiera pararse a defender: el
sistema de Naciones
Unidas, nacido después de la Segunda Guerra Mundial
—aceptémoslo con
honestidad—, colapsó, se desplomó, ¡no sirve! Sirve
para venir aquí a dar
discursos, a vernos una vez al año, sí, para eso sí
sirve; y para hacer
documentos muy largos y hacer buenas reflexiones y
oír buenos discursos como
el de Evo ayer, como el de Lula, y muchos discursos,
el que estábamos oyendo
ahora mismo, del Presidente de Sri Lanka y el de la
Presidenta de Chile. Sí,
para eso sirve. Pero nos han convertido a esta
Asamblea en un órgano
meramente deliberativo, meramente deliberativo sin
ningún tipo de poder para
impactar de la más mínima manera la realidad
terrible que vive el mundo.
Por eso nosotros volvemos a proponer, Venezuela
vuelve a proponer aquí hoy,
este día 20 de septiembre, que refundemos las
Naciones Unidas. Nosotros
hicimos el año pasado, señora Presidenta, cuatro
modestas propuestas que
consideramos de necesidad impostergable para que las
asumamos los jefes de
Estado, los jefes de Gobierno, nuestros embajadores,
nuestros
representantes, y las discutamos.
Primero, la expansión —ayer lo decía Lula aquí
mismo— del Consejo de
Seguridad, tanto en sus categorías permanentes como
en las no permanentes,
dando entrada a nuevos países desarrollados y a
países subdesarrollados, el
tercer mundo, como nuevos miembros permanentes. Eso
en primer lugar.
En segundo lugar, la aplicación de métodos eficaces
de atención y resolución
de los conflictos mundiales, métodos transparentes
de debate, de decisiones.
Tercero, nos parece fundamental la supresión
inmediata —y eso es un clamor
de todos— de ese mecanismo antidemocrático del veto,
el veto en las
decisiones del Consejo de Seguridad. Vaya un ejemplo
reciente: El veto
inmoral del Gobierno de los Estados Unidos permitió
libremente a las fuerzas
israelíes destrozar el Líbano, en el rostro, delante
de todos nosotros,
evitando una resolución en el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas.
Y en cuarto lugar, necesario fortalecer —decimos
siempre— el papel, las
atribuciones del secretario general de Naciones
Unidas. Ayer nos daba un
discurso el secretario general, prácticamente de
despedida, y reconocía que
en estos diez años el mundo lo que ha hecho es
complicarse, y que los graves
problemas del mundo, el hambre, la miseria, la
violencia, la violación a los
derechos humanos lo que ha hecho es agravarse. Esto
es consecuencia terrible
del colapso del sistema de Naciones Unidas y de la
pretensión imperialista
norteamericana.
Por otra parte, señora Presidenta, Venezuela decidió
hace varios años dar
esta batalla por dentro de Naciones Unidas,
reconociendo Naciones Unidas
como miembros que somos, con nuestra voz, con
nuestras modestas reflexiones;
una voz independiente somos para representar la
dignidad y la búsqueda de la
paz, la reformulación del sistema internacional;
para denunciar la
persecución y las agresiones del hegemonismo contra
los pueblos del planeta.
Venezuela de esa manera ha presentado su nombre,
esta Patria de Bolívar ha
presentado su nombre y se ha postulado para un
puesto como miembro no
permanente del Consejo de Seguridad. Vaya usted a
saber: el Gobierno de los
Estados Unidos ha iniciado una agresión abierta, una
agresión inmoral en el
mundo entero para tratar de impedir que Venezuela
sea elegida libremente
para ocupar una silla en el Consejo de Seguridad; le
tiene miedo a la
verdad, el imperio tiene miedo a la verdad, a las
voces independientes,
acusándonos de extremistas. Ellos son los
extremistas.Yo quiero agradecer aquí a todos aquellos países que
han anunciado su apoyo
a Venezuela, aun cuando la votación es secreta y no
es necesario que nadie
lo anuncie. Pero creo que dada la agresión abierta
del imperio
norteamericano, eso aceleró el apoyo de muchos
países, lo cual fortalece
mucho moralmente a Venezuela, a nuestro pueblo, a
nuestro Gobierno. El
Mercosur, por ejemplo, en bloque ha anunciado su
apoyo a Venezuela, nuestros
hermanos del Mercosur —Venezuela ahora es miembro
pleno del Mercosur con
Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay— y muchos otros
países de América
Latina, como Bolivia; el Caricom en pleno anunció su
apoyo a Venezuela; la
Liga Árabe en pleno anunció su apoyo a Venezuela.
Agradezco muchísimo al
mundo árabe, a nuestros hermanos de Arabia, esa
Arabia profunda. A nuestros
hermanos del Caribe, de la Unión Africana: casi toda
África anunció su apoyo
a Venezuela. Y países como Rusia, como China y
muchos otros países del
planeta. Muchísimas gracias, a nombre de Venezuela,
a nombre de nuestro
pueblo y a nombre de la verdad. Porque Venezuela, al
ocupar un puesto en el
Consejo de Seguridad va a traer la voz no sólo de
Venezuela, la voz del
tercer mundo, la voz de los pueblos del planeta, ahí
estaremos defendiendo
la dignidad y la verdad.
Más allá de todo esto, señora Presidenta, creo que
hay razones para que
seamos optimistas, irrenunciablemente optimistas,
diría un poeta, porque más
allá de las amenazas, de las bombas, de las guerras,
de las agresiones, de
la guerra preventiva, de la destrucción de pueblos
enteros, uno puede
apreciar que se está levantando una nueva era, como
canta Silvio Rodríguez:
"La era está pariendo un corazón". Se levantan
corrientes alternativas,
pensamientos alternativos, movimientos alternativos,
juventudes con
pensamiento distinto; se demostró ya en apenas una
década que era totalmente
falsa la tesis del fin de la historia, totalmente
falsa la tesis de la
instauración del imperio americano, de la pax
americana, la instauración del
modelo capitalista, neoliberal que lo que genera es
miseria y pobreza, es
totalmente falsa la tesis, se vino abajo, ahora hay
que definir el futuro
del mundo.
Hay un amanecer en el planeta y se ve por
todas partes, por
América Latina, por Asia, por África, por Europa,
por Oceanía.
Quiero resaltar esa visión de optimismo para que
fortalezcamos nuestra
conciencia y nuestra voluntad de batalla por salvar
al mundo y construir un
mundo nuevo, un mundo mejor. Venezuela se suma a esa
lucha y por eso somos
amenazados.
Ya Estados Unidos planificó, financió e impulsó un
golpe de Estado en
Venezuela y Estados Unidos sigue apoyando
movimientos golpistas en Venezuela
y contra Venezuela, sigue apoyando el terrorismo. Ya
la presidenta Michelle
Bachelet recordaba hace unos días —perdón, hace unos
minutos— el horrible
asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier;
yo sólo agregaría lo
siguiente: los culpables están libres y los
culpables de aquel hecho donde
murió también una ciudadana estadounidense, son
norteamericanos, de la CIA,
terroristas de la CIA. Pero además hay que recordar
en esta sala que dentro
de pocos días también se cumplirán 30 años
igualmente de aquel hecho
terrorista horripilante de la voladura del avión
cubano, donde murieron 73
inocentes, un avión de Cubana de Aviación, ¿y dónde
está el más grande
terrorista de este continente y quien asumió la
voladura del avión cubano,
como autor intelectual?
Estuvo preso en Venezuela unos años, se fugó, allá
por complicidad de
funcionarios de la CIA y del Gobierno venezolano de
entonces. Está aquí
viviendo en Estados Unidos, protegido por este
Gobierno, y fue convicto y
confeso.
El Gobierno de los Estados Unidos tiene un doble
rasero y protege el
terrorismo.
Estas reflexiones, para decir que Venezuela está
comprometida en la lucha
contra el terrorismo, contra la violencia, y se une
a todos los pueblos que luchamos por la paz, y por un mundo de iguales.
He hablado del avión cubano, Luis Posada Carriles se
llama el terrorista,
está protegido aquí. Como protegidos están aquí
grandes corruptos que se
fugaron de Venezuela; un grupo de terroristas que
allá pusieron bombas
contra embajadas de varios países, que allá
asesinaron gente durante el
golpe de Estado, secuestraron a este humilde
servidor y lo iban a fusilar,
sólo que Dios metió su mano, y un grupo de buenos
soldados y un pueblo que
se fue a las calles; y de milagro estoy aquí. Están
aquí, protegidos por el
Gobierno de Estados Unidos los líderes de aquel
golpe de Estado y de
aquellos actos terroristas. Yo acuso al Gobierno de
Estados Unidos de
proteger al terrorismo, y de tener un discurso
totalmente cínico.
Hablamos de Cuba, venimos de La Habana, venimos
felices de La Habana,
estuvimos allá varios días; y allí se puede ver el
nacimiento de una nueva
era: la Cumbre del G-15, la Cumbre del Movimiento de
los No Alineados, con
una resolución histórica: "Documento final" —no se
asusten, no lo voy a leer
todo—, pero aquí hay un conjunto de resoluciones
tomadas en discusión
abierta y con transparencia por más de 50 jefes de
Estado. La Habana fue
capital del Sur durante una semana. Hemos relanzado
el Movimiento de los No
Alineados; y si algo puedo pedir aquí a todos
ustedes, compañeros y hermanos
y hermanas, es que le pongamos mucha voluntad para
fortalecer el Grupo de
los No Alineados, importantísimo para el nacimiento
de la nueva era, para
evitar la hegemonía y el imperialismo.
Y además, ustedes saben que hemos designado a Fidel
Castro presidente del
Grupo de No Alineados para los próximos tres años, y
estamos seguros de que
el compañero presidente Fidel Castro va a llevar la
batuta con mucha
eficiencia. Para los que querían que Fidel se
muriera, pues, frustrados
quedaron, y frustrados quedarán; porque Fidel ya
está uniformado de nuevo de
verde oliva, y ahora no sólo es el Presidente de
Cuba, sino el Presidente de
los No Alineados.
Señora Presidenta, queridos colegas, presidentes,
ahí nació un movimiento
muy fuerte: el del Sur. Nosotros somos hombres y
mujeres del Sur, nosotros
somos portadores, con estos documentos, con estas
ideas, con estas críticas,
con estas reflexiones —que ya cierro mi carpeta y el
libro me lo llevo, no
olviden que se los recomiendo mucho, con mucha
humildad—, tratamos de
aportar ideas para la salvación de este planeta,
para salvarlo de la amenaza
imperialista y para que, ojalá pronto, en este
siglo, no muy tarde, ojalá
podamos verlo nosotros y vivirlo mejor nuestros
hijos y nuestros nietos: un
mundo de paz, bajo los principios fundamentales de
la Organización de
Naciones Unidas, pero relanzada, relanzada y
reubicada. Creo que a Naciones
Unidas tenemos que ubicarla en otro país, en alguna
ciudad del Sur, hemos
propuesto desde Venezuela. Ustedes saben que mi
médico personal se tuvo que
quedar encerrado en el avión, el jefe de mi
seguridad se tuvo que quedar
encerrado en el avión: no les permitieron venir a
Naciones Unidas. Otro
abuso y atropello, señora Presidenta, que pedimos
desde Venezuela quede
registrado como atropello —hasta personal— del
diablo.
Huele a azufre, pero Dios está con nosotros. Un buen
abrazo, y que Dios nos
bendiga a todos. Muy buenos días.
Asistentes [aplausos y ovación].